En todo el mundo, la educación se encuentra en un momento de ebullición, esperanza y desconcierto. Por eso, necesitamos ideas claras, y realizaciones eficientes. El libro de Sonia Díez une la lucidez teórica y las soluciones prácticas. Por eso me parece imprescindible.

En un mundo complejo, incierto y volátil volvemos la mirada a lo más básico, a cómo educamos. Necesitamos ambición, imaginación, valentía, más recursos para formar profesores, y propuestas e ideas como las escritas desde la pasión y la amplia experiencia que definen a Sonia Díez.

Sonia Díez invita en este libro a que padres y maestros hagamos equipo. Así es como la educación puede convertirse en un arte; así es como los pequeños aprenden a equilibrar la frustración de la no-inmediatez con el placer de la superación diaria.

Necesitamos adaptar la formación al mundo actual, pero no olvidar lo que nos hará más aptos para la convivencia: sensibilidad, creatividad y riqueza de pensamiento. Sonia aporta sabiduría y humanidad para mejorar nuestro sistema educativo. Este libro me ha llenado de esperanza.